Gema Martínez nos habla sobre la atención integral prestada a personas afectadas por algún tipo de demencia y cómo una intervención en fases tempranas ralentiza el deterioro “Es un error muy grande cuando llegan familiares y te dicen que aún es pronto para acudir al centro”
La directora del Centro de Estancia Diurna, Gema Martínez Perailes, incide en la detección y un diagnóstico a tiempo ante una enfermedad neurodegenerativa cuando se manifiestan algunos signos como cambios conductuales, emocionales o reiterados olvidos. Son motivos para acudir al médico de atención primaria y que haga una valoración para conocer qué está pasando en el sistema nervioso de esta persona. Son los primeros pasos a dar para ralentizar la involución de las capacidades de la persona afectada.
Es vital atajar el deterioro cognitivo leve y aplicar terapias en el primer estadio de la demencia que permitan mantener la autonomía y capacidades de la persona durante el mayor tiempo posible, incide la joven directora que viene ejerciendo esta función desde el año 2012.
En esta Unidad de Día, el equipo interdisciplinar está formado por profesionales de la rama sociosanitaria, enfermería, psicología, trabajadora social, fisioterapeuta, terapeutas ocupacionales y auxiliares. Todos realizan un trabajo coordinado y ajustado al perfil de cada uno de los usuarios en función de su grado de afectación cognitiva y física.
Son un conjunto de terapias instrumentales y funcionales para mejorar el estado y bienestar de la persona afectada. Las terapeutas trabajan la estimulación cognitiva mediante terapias manuales, afectivas, sociales y culturales e informáticas. Inciden sobre todo en la terapia psicoafectiva tan importante para la salud emocional de estas personas que sufren algún tipo de demencia.
En el centro de día, gestionado por Afasur, se atienden a 34 personas afectadas por algún tipo de demencia como puede ser el Alzheimer, la más extendida y común en este tipo de patologías neurológicas. Según la SEN (Sociedad Española Neurología), en España la padecen unas 800.000 personas. Una enfermedad que tristemente a día de hoy no tiene cura y causa un deterioro importante no sólo en la persona enferma, también en el núcleo familiar, a nivel psicológico.
Sin lugar a dudas, el Centro de Día no sólo es un fármaco natural y vital para la salud emocional y física de estas personas, también para sus cuidadores principales. Estas personas necesitan disponer de este recurso como respiro familiar para poder seguir atendiendo con calidad a su familiar afectado cuando vuelve a casa después de una estancia en el centro durante una media de 8 horas aproximadamente.
A continuación os dejamos el enlace con la entrevista a nuestra Directora Gema Mª Martínez Perailes por si es de vuestro interés.